Viena (en alemán: Wien AFI: [viːn]) es una ciudad de Europa Central situada a orillas del Danubio, en el
valle de los Bosques de Viena, al pie de las primeras estribaciones de los
Alpes. Es la capital de Austria y uno de sus nueve estados federados(Bundesland Wien).
Viena
es la mayor ciudad, centro cultural y político de Austria. Además es la décima ciudad en población de la Unión Europea y su área
metropolitana cuenta
con 2,4 millones de habitantes, población similar a la de la ciudad en 1914. El
idioma oficial es el alemán.
La población de Viena es de
1.670.347, de
las que el 80% son austríacos y el 20% restante de otros países, predominando turcos y ciudadanos de países que formaron parte
del Imperio austrohúngaro (croatas, eslovenos, bosnios, húngaros,
eslovacos).
La ciudad, fundación romana,
cobró importancia con el asentamiento de los Habsburgo al convertirse en la capital de su imperio.
En 1910, la
capital austrohúngara era la
tercera ciudad de Europa, tras París y Londres, que se estima eran
2.239.000 en 1916,
durante la Primera Guerra Mundial, cuando llegó a su máximo
demográfico histórico. La desmembración de Austria-Hungría supuso un revés
demográfico y la población ha ido sufriendo altibajos desde entonces pero con
una marcada línea descendente, situándose siempre por debajo de los 2.000.000 y
hallándose sin variaciones significativas desde 1951. En
los últimos años ha habido un repunte demográfico favorecido por la integración
de los países de Europa del Este en la Unión
Europea.
La ciudad tiene una larga
historia, ya que es una de las más antiguas capitales de Europa, por lo que
cuenta con un importante patrimonio artístico. Durante el siglo XIX fue una de las grandes capitales musicales
del Mundo y a principios del siglo XX meca de la filosofía y el debate político de Occidente, así
como uno de los principales centros culturales mundiales.
Los romanos la llamaron Vindobona,
nombre de origen celta que significa ciudad
blanca. Como las distintas Vienas, Vianas o Veanas que están distribuidas
por Europa, procede de la palabra beann (monte, colina o pico). Así, beann en gaélico
escocés y en irlandés significa pico o cima. En protogaélico, mucho más próximo al celta original, se
escribe benna; en irlandés
antiguo, benn; en galés, ban y en bretón ban y benny.
Los primeros asentamientos
humanos en la actual Viena son de origen celta (ca. 500 a. C.), posteriormente germánicos, y con la
expansión del Imperio romano hacia el norte en el siglo I a. C., se adhiere a éste en el año 13 a. C. El río Danubio, al igual que los Alpes, sirve
entonces de límite natural entre bárbaros y romanos, y Vindobona sirve desde entonces y hasta la caída de
Roma (año 476 d. C.) como
punto de defensa del imperio.
Con las invasiones bárbaras es
ocupada por ávaros y magiares. Carlomagno conquista la ciudad en el siglo IX y la bautiza con el nombre de Ostmark (la
marca del este). Durante el alto medievo Viena es un importante aliado del Vaticano y punto de abastecimiento de armas y
víveres para la empresa de las Cruzadas (p. ej. Ricardo Corazón de León). Fue
capital de Hungría con Matías Corvino, y
desde el siglo XV hasta las guerras napoleónicas capital del Sacro Imperio Romano Germánico, al ser la residencia habitual
de los Habsburgo.
Desde la caída de Constantinopla en manos otomanas (1453) hubo un interés creciente del Imperio Turco por Viena, dado que era la clave para
conquistar los demás países de Europa; interés que se hace más notable durante
el período del sultán Solimán el Magnífico. Pero
sus esfuerzos fracasaron y los austríacos salieron victoriosos de los distintos
sitios a los que sometieron a la ciudad.
El segundo sitio se produjo en
1683, en la llamada Batalla de Viena, y
marcó el comienzo del declive del Imperio otomano en Europa. Fue iniciado por
el gran visir Kara Mustafá, que necesitaba desesperadamente un éxito militar
para reforzar su posición inestable y trató de lograrlo en una campaña contra
el emperador Leopoldo I. Los
turcos avanzaron con fuerza abrumadora, sitiaron la ciudad el 16 de julio, pero
su falta de artillería de asedio permitió a Leopoldo reunir un ejército
adicional formado por tropas austriacas, alemanas y polacas, que derrotó al
ejército turco en una batalla librada delante de los muros de la ciudad el 12
de septiembre, que también se conoce como Batalla de Kahlenberg.
Durante el siglo XVIII, los
Habsburgo habían convertido a la ciudad en su capital desde 1556 y su
importancia se vio acrecentada con la expansión por el valle del Danubio. Se
convirtió en un núcleo principal del Barroco europeo gracias a la construcción de
importantes obras arquitectónicas y creaciones musicales.
En esta época destaca el genio musical Wolfgang Amadeus Mozart cuyo nombre completo era Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, (Salzburgo, 27 de enero de 1756-Viena, 5 de diciembre de 1791), fue un compositor y pianista austriaco, maestro del Clasicismo, considerado como uno de los músicos más influyentes y destacados de la historia. En 1800, antes de las guerras napoleónicas, la
ciudad contaba con 231.900 habitantes.
Desde el asedio de 1683, en que
fueron destruidas numerosas ciudades pequeñas que existían en el exterior de la
muralla, en el terreno ondulado situado frente a la ciudad se alzaron numerosos
palacios con jardines.
El punto de partida fueron los planos del palacio real de Schönbrunn, elaborados por Johann Bernhard Fischer von Erlach. Hacia 1720 se contaban 200 residencias rurales. El príncipe Eugenio de Saboya había adquirido en 1693 la más bella parcela y una de las más grandes con los primeros ingresos que le habían llegado. Allí, tras cuarenta años de trabajo, levantó el Belvedere con sus espaciosos jardines.
El punto de partida fueron los planos del palacio real de Schönbrunn, elaborados por Johann Bernhard Fischer von Erlach. Hacia 1720 se contaban 200 residencias rurales. El príncipe Eugenio de Saboya había adquirido en 1693 la más bella parcela y una de las más grandes con los primeros ingresos que le habían llegado. Allí, tras cuarenta años de trabajo, levantó el Belvedere con sus espaciosos jardines.
Tras la derrota austriaca a
manos de Napoleón Bonaparte en 1809 (batalla de Wagram), éste
último se hospeda en el palacio de Schönbrunn, en
Viena . Durante esta estancia, Francia y Austria se alían, y
Napoleón desposa a María Luisa,
también hija de los emperadores de Austria.
Metternich,
canciller austriaco en esta época, cambia a Austria al bando anti-napoleónico
tras la derrota francesa en Rusia. Después de la derrota definitiva de
Napoleón, se celebra el Congreso de Viena, una
conferencia internacional convocada con el objeto de restablecer las fronteras
de Europa. La reunión se llevó a cabo del 1 de octubre de 1814 al 9 de junio de 1815, lo que le permite a Austria conservar gran parte de sus territorios a
pesar de haber estado aliada con Napoleón, y a partir de entonces, Viena, por
medio del canciller Metternich, se convertiría en el eje de la política de la Europa continental
durante los siguientes 30 años.
Durante el siglo XIX, sobre
todo en la segunda mitad, Viena inició un despegue demográfico, acompañado de
reformas urbanísticas, que la convirtieron en una gran ciudad, multiplicando en
un siglo su población por diez.
En 1857, se derribaron las
murallas por decreto de Francisco
José I de Austria, abriéndose una nueva avenida, la Ringstraße, donde se construyeron
importantes edificios, como la Ópera, la Universidad, el Ayuntamiento, el
Parlamento, la Bolsa y los museos de historia del arte e historia natural.
La derrota de Austria en la guerra
austro-prusiana en 1866 y la
posterior anexión de los Estados alemanes a Prusia convirtieron
a la unificada Alemania en un peligro para Austria, por lo que esta última se
tuvo que aliar con Hungría en lo que se conoce como la "política de
compensación o Ausgleichpolitik.
Así pues, en 1867, tras el Compromiso con Hungría, Viena se convirtió en la
capital del Imperio austrohúngaro y en un centro cultural, artístico,
político, industrial y financiero de primer orden mundial. Con esta alianza,
Austria prosigue sumando otras más, con lo que para fines del siglo XIX el
imperio abarcaba los actuales países de Austria, Hungría, Eslovaquia, República Checa, la Galicia polaca, la Transilvania rumana, la Bucovina y la Rutenia ucranianas, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia y el Trentino-Alto Adigio italiano.
Viena alcanza su máximo
demográfico en 1916 con
2.239.000 habitantes, siendo la tercera ciudad más grande de Europa. Éste es el período cultural más glorioso
de la monarquía de los Habsburgo, con Francisco José I (Franz Joseph) rigiendo el Imperio
(período 1848-1916). También es la época de los suntuosos
valses vieneses (Wiener Walzer) en la Opera Nacional de Viena (Wiener
Staatsoper), grandes carruajes paseando por la Ringstraße y la Kärntner Straße, así como de los típicos
cafés vieneses.
De la época destacan
intelectuales, como Sigmund Freud en el psicoanálisis y Otto Bauer en el campo del pensamiento político,
principal exponente del austromarxismo,
ideas que calarían fuerte en la sociedad vienesa, pues ya en 1895 el gobierno
municipal estaría en manos del partido socialcristiano, precursor del actual
partido ÖVP (democristiano) .
Tampoco hay que olvidar en el plano artístico el
movimiento modernista, la
Secesión de Viena (Secession), con Gustav Klimt como principal exponente en la pintura, Coloman Moser en el grafismo y Joseph Maria Olbrich y Josef Hoffman en la arquitectura. Contrario a estos
destacaría asimismo Adolf Loos con su racionalismo arquitectónico.
Sin
embargo, la Primera Guerra Mundial y la posterior derrota austrohúngara
truncarían gran parte de ese esplendor.
En
octubre de 1918, derrotada Austria-Hungría y sus aliados, estalla la revolución
en Viena que pide la disolución de la monarquía y la independencia austríaca;
sería el fin de la monarquía de los Habsburgo que gobernaba el país desde 1278.
Viena se convirtió, tras el tratado de Saint-Germain, en la capital de la pequeña
República de Austria, reducida a su tamaño actual, sufriendo un importante
revés demográfico, económico y político. Pese a todo, en esta época continuó la
actividad intelectual con el Círculo de Viena (der Wiener Kreis), considerado por
muchos el grupo de intelectuales más influyentes del siglo XX en Europa, entre los que destacan Karl Popper, Moritz Schlick y Ludwig Wittgenstein en la filosofía positivista lógica (Logischer
Empirismus).
Durante el periodo democrático
republicano, es decir, desde 1918 hasta
la dictadura de Engelbert Dollfuss en 1934, el Partido Obrero Socialdemócrata obtuvo la mayoría absoluta en todas las elecciones celebradas para el gobierno
local, por lo que la ciudad pasó a ser conocida como Viena
roja.
La política socialdemócrata de esos años se caracterizó por un
extenso programa de viviendas sociales y por un marcado apoyo a la educación y
la sanidad públicas. La Viena roja finalizó en 1934 a consecuencia de la guerra civil austríaca y la victoria del Frente
Patriótico.
La importancia cultural vienesa
se mantendría hasta 1938, en que el país fue invadido, y
posteriormente anexionado por la Alemania nazi. Dicha
anexión, conocida como el Anschluss,
estaba prohibida en los tratados de paz y fue la primera de las expansiones
tendentes a unificar en un solo Estado a todos los germanoparlantes, bajo un
solo liderazgo ("ein Reich, ein Volk, ein Führer"). Para legitimar la
invasión se celebró un referéndum el 10 de abril que resultó favorable al Anschluss con un 99,73%, si bien carecía de las
garantías democráticas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Viena
sufrió los indiscriminados bombardeos aéreos estadounidenses que destruyeron buena
parte del patrimonio histórico (la catedral gótica de San Esteban, la ópera de
Viena, los puentes del Danubio, entre otros), el cual fue reconstruido tras la
contienda. En mayo de 1945 Viena
es tomada por el ejército soviético,
quienes, junto con franceses, estadounidenses e ingleses, después la ocuparían
durante los 10 años posteriores bajo un sistema de ocupación cuatripartita en
la ciudad, similar al de Berlín.
En 2001, la Unesco declaró el
«Centro histórico de Viena» como un lugar Patrimonio
de la Humanidad, destacando en primer lugar que sus cualidades arquitectónicas y urbanas representan un
testimonio sobresaliente de un continuo intercambio de valores a lo largo
del II milenio. Además, su herencia
arquitectónica y urbana ilustra muy bien tres períodos claves del desarrollo
político y cultural de Europa: la Edad Media, el período barroco y el Gründerzeit.
Finalmente, desde el siglo XVI Viena ha sido universalmente
reconocida como la «capital musical de Europa».
Gran parte de este legado se
transmite en los monumentos de esta ciudad.
El Aeropuerto Internacional de Viena (en alemán: Wien
Schwechat) está ubicado a 18 km al sureste de Viena, y es el
de mayor tráfico de Austria. Se le conoce comúnmente como Aeropuerto
de Schwechat, debido a que está ubicado cerca del municipio de Schwechat. El aeropuerto tiene la capacidad de manejar aeronaves de fuselaje ancho, como el Boeing 747 y el Airbus A340. Sirve como hub para la compañía Austrian Airlines y sus subsidiarias, y para la aerolínea de
bajo costo Niki.
Como habran podido notar, la historia de Austria, y Viena en particular es riquisima, misma que se manifiesta a traves de sus monumentos y su increible cultura. Los invitamos a conocerla personalmente, junto con las restantes capitales imperiales Praga y Budapest. Recuerda, nos puedes encontrar en Taragüi Viajes y conocer nuestras increibles promociones para este inigualable destino. Te esperamos!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario